La Iglesia Catedral "Nuestra Señora del Rosario" fue el ámbito en el que anoche el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, encabezó la Misa Crismal. Un oficio religioso de Semana Santa fue concelebrado por el obispo auxiliar José Adolfo Larregain y contó con la presencia de los presbíteros y sacerdotes de la Arquidiócesis.
El arzobispo de Corrientes criticó, durante la celebración principal del Miércoles Santo, el egoísmo de la sociedad y dejó un mensaje para los líderes de las comunidades cristianas. Durante la misa, decenas de presbíteros renovaron sus promesas sacerdotales. Hoy, la Catedral será nuevamente sede del encuentro litúrgico por el Jueves Santo.
La ceremonia litúrgica empezó a las 20 y contó con la presencia de una decena de fieles. En su homilía central, el referente de la Iglesia Católica instó a dejar el egoísmo.
"Jesús llevó a plenitud esa unción por el camino de la pasión, muerte y resurrección. En él hay esperanza de vida para todos, sobre todo para los que más padecen y están disminuidos en su dignidad; para los que viven en la calle y de la calle; para los jóvenes presos de las adicciones; para los que no ven nada más allá del placer inmediato; para los que viven insensibles a las necesidades de su entorno, para nombrar solo algunas de las heridas que supuran en nuestra sociedad y de las que tampoco estamos libres en nuestras comunidades.
En la oportunidad, los presbíteros renovaron sus promesas sacerdotales. Acto seguido, Stanovnik ungió con el "óleo de los enfermos" u "óleo de los catecúmenos" a los presentes. "La misión del sacerdote, ungido del Señor, es entonces acompañar a los bautizados, desde su servicio específico, a ser corresponsables en continuar construyendo la comunión, participación y misión en sus propias comunidades, tal como nos insiste el papa Francisco. Debemos estar muy atentos para no dejarnos arrastrar por el síndrome del animal de madriguera, que solo sale para satisfacer sus propios intereses y regresa para disfrutar de lo que arrebata a otros. Él nos libra de la tentación de ser "hombres de madriguera" para hacernos hombres de puertas abiertas a todos. Él (Cristo) libra de la tentación de ser "hombres de madriguera" para hacernos hombres de puertas abiertas a todos", resaltó Stanovnik.
Al finalizar el encuentro con la comunidad, Stanovnik recordó al obispo emérito Domingo Salvador Castagna, quien por problemas de salud no pudo concelebrar el encuentro como en años anteriores.

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